La Medicina Tradicional China

La Medicina Tradicional China

La Medicina Tradicional China

La medicina tradicional China tiene una antigüedad de miles de años, en los que se lleva usando conservando los mismos fundamentos que tuviera en su inicio sin apenas variaciones y mostrando resultados. El origen es desconocido y se usó durante mucho tiempo por transmisión oral. Tiene una parte de filosofía, de entender el fluir de la energía y otra de conocimiento del cuerpo humano. Para esta medicina el cuerpo es un todo y los órganos se relacionan entre ellos asociándoles un elemento. Así el bazo es la tierra donde nace la madera, que es el hígado, que sirve de apoyo al fuego que es el corazón, que permite trabajar el metal, que es el pulmón, con el agua que es el riñón. Todos los órganos están interrelacionados y una alteración necesita una regulación general. Para la medicina China los órganos pueden estar bloqueados o trabajar por exceso o por defecto, no dando nombre a las enfermedades, si no a los estadios de los órganos alterados, con el frío, el calor, la humedad, el viento.

El fundamento es la energía interior (chi) que mueve el cuerpo y que regula y activa los órganos. Esta energía va por unos circuitos que se denominan meridianos y que no responden a un canal nervioso ni muscular, sino a un circuito activado por nuestra parte externa que profundiza en nuestro cuerpo por casi cuatrocientos puntos situados en distintas partes. Estos puntos, activados adecuadamente, aguja, presión, moxa… mueven la energía del canal y regulan el buen funcionamiento del órgano. Una moxa es un puro de artemisa, que encendido funciona como un incienso y aplicado cerca del punto activa su energía sin tocarlo (es muy agradable, te recomiendo probarlo alguna vez). Los puntos tampoco llevan una lógica de situación. Un punto bueno para el hígado está entre los dedos del pie, para el riñón en el tobillo, para el estómago en la rodilla…

La naturaleza sabia nos permite acercarnos a los órganos internos para sanarlos dejándonos accesos en nuestra parte externa del cuerpo.

Yin – Yang

El cuerpo humano admite reflejos de los órganos, lo que permite a cualquiera con conocimiento sanarse. Existe un reflejo de los órganos del cuerpo en la cabeza, en las orejas, en las manos y en los pies. Los órganos funcionan alimentados por una energía vital del cuerpo, que en la medicina tradicional China reside en el riñón. Es la “pila” vital que se va gastando con el paso de los años.

Cada órgano tiene su equilibrio de energía yin y yang. La desarmonía produce el mal funcionamiento del órgano. El exceso del yang puede ser una tendencia al calor y el exceso de ying a la humedad y al frío. También pueden parecer en exceso sin estarlo estando en defecto el otro estado. Un calor de estómago puede ser una acidez, una humedad de riñón un reuma. Así se pueden entender mejor estos conceptos.

Existen también unas estaciones del clima adecuadas a cada órgano y unos horarios de máximo funcionamiento. También unos reflejos que nos hablan de cómo el cuerpo está interrelacionado y no se pueden separar sus partes para un estudio, sin ver el todo.

Hígado

La concepción que se tiene del hígado dentro de la Medicina Tradicional China es muy interesante, se le atribuye la función de favorecer la adecuada circulación de todos los procesos vitales. Se encarga  de  que la energía fluya, progrese ininterrumpidamente, que no haya ninguna obstrucción. De esta manera asegura el continuo paso de la energía hacia todos los demás órganos para que realicen adecuadamente sus funciones. Si se debilita su función, además de afectar secundariamente a otros sistemas, se puede producir el “síndrome de estancamiento de la energía del hígado”,  manifestando principalmente por dolor toraxicocostal, dolor mamario, tendencia a la depresión y/o irritabilidad, etc.

Derivado también de esta función, el hígado puede desarrollar una actividad muy particular que se conoce como “función depuradora de emociones”. Esta función permite que el organismo no retenga alguna emoción, buena o mala, durante mucho tiempo. Un disgusto genera una serie de alteraciones fisiológicas del organismo (aumenta frecuencia cardiaca, sube la presión arterial, incrementa la actividad secretoria del aparato digestivo, etc.).  Depurar estos sentimientos, es la función del hígado. Definido de otra forma, el hígado es el órgano encargado de proporcionar al organismo “paz interna”.

El hígado se refleja en los ojos y en las uñas. Ojos rojos, el hígado trabaja en exceso. Uñas quebradizas el hígado está débil. Dolor menstrual, coágulos, el hígado filtrador de la sangre. También alimenta la energía de los tendones.

La función depuradora de emociones del hígado permite que la reacción del organismo sea “normal” ante una emoción fuerte, es decir, evitar daños funcionales, físicos o emocionales. Por ejemplo, una fuerte angustia, un ataque de ira, en condiciones normales, y gracias a la función “depuradora” del hígado, en poco tiempo se controla sin provocar malestar, se olvida y queda en paz.

Si la función depuradora estuviera deteriorada, entonces el individuo no se recuperaría del enojo y además podrían surgir otros malestares como dolor de cabeza, dolor abdominal, insomnio, sabor amargo o mal sabor de boca, etc.

Cuando la función depuradora del hígado es deficiente, aun ante situaciones insignificantes, la persona reacciona de forma exagerada. Es entonces cuando nos referimos a que una persona es muy irritable, considerándolo ya como un síntoma de mal funcionamiento.

Ahora bien, cuando la persona se encontrara en buenas condiciones generales de salud, si el estímulo, la agresión, la pena, etc., es muy grande o por tiempo prolongado, calificándose como sobreexcitación de las emociones, entonces se desencadena una lesión en algún órgano y,  muy probablemente,  también se ve afectada la función depuradora de emociones del hígado.

Otra función que se atribuye al hígado es  almacenar la sangre. El corazón la impulsa y el hígado la almacena. Se dice que el asiento del espíritu es la sangre, así que el hígado que  almacena adecuadamente la sangre, provee al organismo de un asiento fuerte, potente, para el espíritu. A través de su función “almacenadora” de sangre, el hígado nutre  los tendones y da fuerza y elasticidad suficiente al cuerpo. Por esto, dentro de la corte de los órganos, al hígado se le ubica como el “jefe militar”.

Ventana hacia el exterior: ojos

Emoción: ira

Sabor: amargo (esos pepinillos al vinagre…). Nos atraerá comerlo o repelerlo según la necesidad del órgano.

Estación: primavera

Hora del día: mañana

Energía patógena: viento

Color: verde

Punto cardinal: oriente

Pulmón

El pulmón es el órgano que se ubica en la región más alta del cuerpo,  toma su energía del aire y la transforma en energía útil para el cuerpo. El pulmón extiende toda la energía por el cuerpo, por eso se relaciona con la piel y sus estados. Sequedad de piel, sequedad de pulmón. También tiene que ver con el vello corporal. Sus principales funciones son:

  1. Controla la energía
  2. Hace confluir todos los vasos sanguíneos
  3. Controla el descenso dispersión
  4. Moviliza los líquidos
  5. Controla los ciclos.

Ventana hacia el exterior: nariz

Emoción: Tristeza

Sabor: Picante

Estación (época de máxima actividad): otoño

Hora del día (hora de máxima acción): tarde (el “otoño” del día)

Energía patógena: sequedad

Color: blanco

Punto cardinal: poniente

Bazo

El bazo es el órgano que se encuentra en el centro. Una de sus funciones primordiales es la de llevar a cabo la transformación y distribución de los alimentos. Es el que toma los productos de la naturaleza, los alimentos, y los convierte en energía nutritiva, obtiene la energía más útil, más esencial de los mismos, y la ofrece a cada una de las partes del cuerpo.

La energía que se encarga de la formación de la sangre es la energía alimenticia que proviene de la sangre, por esto se dice también que el bazo se encarga de la producción de la sangre. Otra función del bazo es asegurar que la sangre permanezca dentro de los vasos sanguíneos, evitando así hemorragias y otros trastornos vasculares o de coagulación.

El bazo nos da la gana de comer y beber y también nos genera la carne (gordura o delgadez). También nos da sueño, cansancio y ganas de no hacer nada. Babear mientras duermes, el bazo trabajando en exceso. Menstruaciones abundantes o escasas del generador de la sangre

Se le atribuye también la función de  mantener a todos los órganos en su sitio, evitando caídas (gastroptosis, nefroptosis, prolapso uterino, etc.). Como órgano del centro, nutre a las cuatro extremidades y a los músculos.

Ventana hacia el exterior: labios

Emoción: preocupación

Sabor: dulce

Estación: canícula

Hora del día: las primeras horas de la tarde

Energía patógena: humedad

Color: amarillo

Punto cardinal: centro

Corazón

El corazón rige la mente y se afecta con la locura. Se manifiesta en el color de los labios y en la puntita de la lengua. Si su color es muy rojo con respecto al resto de la lengua, corazón que trabaja en exceso.

El corazón es el emperador de la corte de los órganos. Este órgano es el que se encarga de mover, de impulsar la sangre a través de los vasos sanguíneos. Al dominar la fuerza de la sangre,  domina, controla la actividad espiritual, definiéndose al espíritu como la expresión externa de la actividad vital. El alma, el psique de los griegos, para la Medicina Tradicional China, es espíritu.

Ventana hacia el exterior: lengua

Emoción: ansiedad

Sabor:

Estación: verano

Hora del día: medio día

Energía patógena: calor

Color: rojo

Punto cardinal: sur

 

Riñon

El riñón es un órgano importante para la Medicina Tradicional China. Este se localiza en la región más inferior del organismo, es, en consecuencia, el órgano más yin, más  materia. Se encarga de almacenar la energía ancestral, energía que nuestros padres nos otorgan en el momento de la gestación, responsable de continuar con los procesos de crecimiento y desarrollo, es la energía encargada de dar el “soplo de la vida”, es la “llama”  prendida que  impulsa y promueve las funciones del organismo.

EL riñón filtra y hace descender la energía. Se manifiesta en los huesos (dientes también) en la capacidad auditiva (se suele decir que tan grandes tengas las orejas, tan grandes son tus riñones) y en el pelo de la cabeza. Basta mirar el tono de tu orina sobre su claridad para saber el trabajo del riñón.

El riñón es el almacén de la energía ancestral, es el encargado de preservar la especie ya que la función sexual también depende de este órgano.

Por otra parte, el riñón es el encargado de la producción de la orina y junto con la vejiga tienen la función de expulsarla. El buen funcionamiento de los esfínteres del ano y la uretra, depende directamente del riñón.

La fortaleza de los huesos, así como el lustre y resistencia del pelo, depende de la nutrición que les proporciona el riñón.

Ventana hacia el exterior: oído

Emoción: miedo

Sabor: salado

Estación: invierno

Hora del día: noche

Energía patógena: frío

Color: negro

Punto cardinal: norte

Vísceras

Las vísceras se entienden como vasijas, receptáculos, etc.  Se relacionan a yang cuya característica es el movimiento continuo, por ejemplo: el movimiento de los alimentos en el estómago debe ser continuo, no debe haber estancamiento, debe llenarse y vaciarse (a diferencia de los órganos yin que están siempre llenos y almacenando). Cuando el estómago está lleno el intestino debe estar vacío; en el momento en que el estómago se vacía el intestino se llena y así sucesivamente.

1) Estómago. El estómago es el que se ocupa de la recepción y, junto con la acción del bazo, se encarga de la digestión y posteriormente de la transformación y distribución de los alimentos.

2) Intestino delgado. El intestino delgado, también junto con el bazo, participa en la función antes mencionada.

3) Intestino grueso. El intestino grueso se encarga del control de la consistencia de las heces fecales y de su expulsión.

4) Vesícula biliar. La vesícula biliar se dedica al almacenamiento de la bilis y auxilia  al hígado en su proceso de depuración. La vesícula biliar es considerada como la víscera del centro que se encarga de la toma de decisiones.

5) Triple Calentador o Sanjiao. El Sanjiao o el triple calentador (calentador superior, medio e inferior), es el sistema de intercomunicación, también llamado canal del agua, que permite la transmisión de energía y líquidos de arriba hacia  abajo y viceversa.

6) Vejiga. La vejiga junto con el riñón se ocupa del almacenamiento y excreción de la orina.

 

La Dieta Tradicional China

La dieta constituye un elemento muy importante dentro de la medicina tradicional china. Los chinos consideran que la mayoría de los alimentos son medicinales, y que si se sigue una dieta adecuada, se realiza un poco de ejercicio, se hacen ejercicios respiratorios y se cuida la higiene personal, se pueden remediar las dolencias leves.

La dieta tradicional china clasifica los alimentos en diferentes categorías. La fundamental es la del yin y el yang, pero a ella se asocian las cuatro energías, los cinco elementos, los cinco sabores y el movimiento del chi. Dichas categorías se vinculan entre sí de una forma bastante compleja, y se tienen todas muy en cuenta a la hora de recomendar una dieta adecuada.

El yin y el yang en la dieta

La teoría del yin y del yang surge a partir de la simple observación de la naturaleza y describe el hecho de que todos los fenómenos naturales tienen su propio fenómeno opuesto que lo complementa. Así pues, el yin se asocia con la oscuridad, el frío, la noche y lo femenino, mientras que el yang se vincula con la luz, el calor, el día y lo masculino. Todos los fenómenos poseen aspectos del yin y del yang. El yin y el yang se complementan de forma natural: dependen uno del otro y se compensan el uno al otro. También pueden influenciarse mutuamente: un exceso de yin puede transformarse en yang y viceversa. Se cree que cualquier desequilibrio entre el yin y el yang dentro del cuerpo provoca enfermedades y problemas emocionales, siendo una dieta pobre uno de los factores que puede provocar este desequilibrio.Todos los alimentos contienen aspectos del yin y del yang, pero algunos pertenecen de modo predominante a una u otra categoría.

Los alimentos que son básicamente yin se consideran fríos, húmedos, suaves y de color oscuro. Son yin los alimentos acuáticos, como el pescado y las algas, los que crecen en la oscuridad o bajo tierra, como los champiñones y las raíces, así como la avena, la cebada, el pato, el conejo, el cerdo, la berenjena, la remolacha, la calabaza, el pepino, el berro, las espinacas, el ruibarbo, el tomate, la lechuga, el trigo, el tofú, la soja germinada, el plátano, el limón, el pomelo y la sandía.

Los alimentos básicamente yang son cálidos, secos, duros y por regla general presentan una tonalidad clara. Suelen crecer en el campo, sobre el suelo y en lugares luminosos. Son yang algunos mariscos como los mejillones, el ajo, los espárragos, el apio, el hinojo, el perejil, el puerro, la albahaca, la canela, el clavo, el cilantro, el comino, la soja, el pimiento, el pollo, el cordero, las gambas, los albaricoques, las cerezas, las castañas, la piel de naranja y los melocotones.

Las cuatro energías

El concepto de las cuatro energías puede considerarse como una subcategoría del yin y el yang. Las cuatro energías son caliente, templado, frío y fresco, e indican el efecto básico que ejerce un determinado alimento sobre el cuerpo, no su temperatura.

Los alimentos calientes y templados, tales como los pimientos verdes y rojos, el jengibre seco, los puerros y la leche de coco se consideran yang y se emplean para tratar dolencias relacionadas con el frío causadas por un exceso de yin (por ejemplo, sentir frío, tener diarrea o sufrir reumatismo articular crónico). Los alimentos fríos y frescos, como las berenjenas, la soja germinada, la sandía y los tomates pertenecen a la categoría yin y se emplean para tratar dolencias relacionadas con el calor causadas por un exceso de yang (por ejemplo, la gripe, el estreñimiento y los eczemas). Algunos alimentos como el arroz y la pasta se consideran neutros porque en ellos no predominan ni el frío ni el calor. Estos últimos no ejercen ningún efecto sobre la constitución, y por tanto se consideran como alimentos de uso corriente.

Los cinco elementos y los cinco sabores

La teoría de los cinco elementos se basa en la idea de que todos los fenómenos del universo son el resultado del movimiento y mutación de las cinco categorías: madera, fuego, tierra, metal y agua, también conocidas como las cinco fases. Para gozar de buena salud, estos elementos deben estar en armonía. Los alimentos y las plantas se emplean para reequilibrar los elementos dentro del cuerpo.

La teoría de los cinco sabores puede considerarse una subcategoría dentro de los cinco elementos. Los cinco sabores son: picante, agrio, amargo, dulce y salado. El término “sabor” hace referencia a la naturaleza curativa de un alimento o planta y no necesariamente a su sabor tal y como se entiende en Occidente. Entre los alimentos picantes se encuentran el ajo, el jengibre y las cebolletas; los limones, las manzanas y los kiwis se consideran agrios; el café, el té y las almendras se consideran amargos; los dátiles, el arroz y el pollo son dulces, y el cerdo, los mejillones y la sal sin refinar son salados.

Cada sabor se asocia con una categoría: los alimentos agrios, amargos y salados son yin, mientras que los picantes y los dulces son yang; cada sabor se asocia con un movimiento específico del chi y se empareja con un órgano vital, de forma que los alimentos con un sabor determinado se emplean para tratar disfunciones sufridas por el órgano correspondiente (ej. Los alimentos dulces se asocian con el estómago, y por lo tanto pueden utilizarse para tratar problemas como la diarrea).

Usos terapéuticos de algunos alimentos corrientes

Alimento

Energía y sabor

Uso y propiedades

Arroz

Ajo

Zanahoria

Manzana

Plátano

Naranja

Cordero

Pollo

Neutral, dulce

Templado, picante

Templado

Fresco, dulce agrio

Frío, dulce

Fresco, dulce, agrio

Templado

Templado, dulce

Corta la diarrea; aumenta el apetito

Alivia la gripe, resfriados, diarrea y el dolor abdominal

Alivia la sequedad de ojos, la ceguera nocturna y la indigestión

Alivia la sed y la diarrea

Alivia el estreñimiento

Alivia los gases, la hinchazón y la indigestión

Alivia el dolor menstrual y ayuda a entrar en calor si hace frío

Devuelve la fuerza después de una enfermedad.


El movimiento del chi

Chi es el término chino que se utiliza para designar la fuerza vital o energía que fluye constantemente por el cuerpo. Existen distintas clases de chi, siendo las principales: el chi congénito, presente en el cuerpo al nacer; el chi protector, que rodea el cuerpo; el chi nutritivo, presente en la comida. El equilibrio, la cantidad y la calidad del chi de un individuo dependen sobre todo de los alimentos y las bebidas que consume, y del aire que respira. Otros factores que pueden influir son los cambios de estación y climáticos, y el estado de los órganos del cuerpo que absorbe el chi.

Cómo seguir una dieta china

Una dieta tradicional china incluye una gran proporción de alimentos neutros, tales como el arroz y la mayoría de cereales, y, según la constitución del individuo, una ingesta debidamente equilibrada de alimentos yin y yang. Puesto que cada alimento compensa los excesos y las carencias del cuerpo de un modo específico –y puesto que cada individuo tiene sus propias necesidades-, ciertos alimentos se consideran perjudiciales para un individuo mientras que para otro son beneficiosos. La salud y la sensación de bienestar de una persona puede mejorar considerablemente al comer o evitar determinados alimentos que afectan a su constitución.

El primer paso para adoptar una dieta china consiste en identificar la constitución del individuo. Una persona puede tener una constitución caliente (yang) o fría (yin). Las primeras deben consumir alimentos que contengan energía fría o fresca; por el contrario, las personas con constitución fría deben consumir básicamente alimentos que contengan energía caliente o templada. La dieta debe asimismo adaptarse a los cambios climáticos y de estación.

Tipos de constitución y alimentos recomendados por la dieta tradicional china

Excesivamente yang

Excesivamente yin

Poco                     yang

Poco yin

Caracte

rísticas

Personas corpulentas, de cara roja, que suelen tener calor, transpiran mucho, tienden a ser hiperactivas, y comen y beben en exceso.

Personas obesas, con escasa capacidad respiratoria, que tienen las extremidades frías,

se mueven despacio, retienen líquidos y duermen mucho

Personas delgadas que sueñen estar cansadas y pálidas, y tener frío, con voz suave y baja, y una tendencia a sufrir enfermedades crónicas poco importantes, sobre todo en invierno

Personas delgadas, de tez oscura, piel seca, cuerpo caliente y con tendencia a tener una temperatura corporal baja

Alimentos

Recomen

dados

Pescado blanco, pato, conejo, trigo, cuscús, cebada, mijo, judías verdes, guisantes, soja, tofu, ensaladas, espinacas, remolacha, calabacines, limones peras, manzanas, mandarinas, sandía y uva.

 Cebollas, ajo, jengibre, clavo, zanahorias, apio, hinojo, cordero, ternera, pollo, trigo sarraceno, mijo, castañas, frutos secos, cerezas, lichís e higos.

Ajo,   cebollinos,  clavo, canela,  cilantro, berenjenas, zanahorias, apio y col cocidos, calabaza, espinacas, puerro, patatas, avena, cacahuetes, trigo, maíz, arroz, soja, mijo, leche caliente, ganso, pollo, miel, arisco, castañas, frutos secos, cerezas, uvas, lichís e higos.

Berenjenas, remolacha, pepino, espinacas, ensaladas, champiñones, leche de vaca, huevos, pescados de río, cangrejos, gambas, codornices, pato, limones, higos, mandarinas, papayas, peras, manzanas, mangos, melones y pomelos.

Alimentos

A evitar

Mantequilla, nata, todos  los productos cárnicos, huevos duros, carnes curadas, quesos grasos, trigo sarraceno, pasta, pasteles, ajo, cebollas, jengibre, apio, pimienta negra, curry y frutos secos.

Ensaladas crudas, pepino,  tomate, berro berenjenas, algas ruibarbo, mantequilla, leche, queso, cerdo, conejo, pato, trigo, cebada, avena, cacahuetes, semillas y aceite de girasol, limones, naranjas, pomelo, sandía, melón, peras y mango.

Ensaladas, zanahoria y col crudas, pepinos, tomates, leche de vaca fría, clara de huevo, judías, guisantes, naranjas, piña, pomelos y sandía.

Clavo, canela, pimienta, zanahorias, puerro, trigo sarraceno, albaricoques, castañas, uvas, huevos fritos, pavo, faisán, cordero, frutos secos, café, vino, alcohol y vinagre.

Circulación energética en 12 órganos-meridianos del cuerpo durante el ciclo circadiano (24 horas).

El extremadamente complejo y maravilloso cuerpo humano además de ser una obra maestra en cuanto diseño, funcionalidad y estética, es capaz, por cuenta propia, de desintoxicarse y, para ello tiene horarios específicos. Observemos estos horarios:

Hígado de la 1h a 3h. El cuerpo desintoxica la vesícula biliar, lo que es deseable que también suceda en un estado de sueño profundo.

Pulmones de 3h a 5h. Se produce la desintoxicación de los pulmones. Es por ello, que en ocasiones, en este horario se producen accesos severos de tos. Cuando el  proceso de desintoxicación ha alcanzado el tracto respiratorio, es mejor no tomar medicamentos para la tos ya que interfieren en el proceso de eliminación de toxinas.

Intestino Grueso de 5h a 7h. Desintoxicación del colon, siendo el horario ideal de ir al baño a vaciar el intestino.

Estómago y circulación sexual de 7h a 9h. Se produce la absorción de nutrientes en el intestino delgado. Es el tiempo ideal para tomar el desayuno. Si la persona está enferma, el desayuno debe tomarse más temprano (antes de las 6:30). Para aquellos que desean mantenerse en forma, el desayuno antes de las 7:30 es muy recomendable por sus beneficios.  Una buena recomendación para quienes no  desayunan es tratar de cambiar de hábito, siendo lo menos dañino hacerlo entre 9h y 10h en lugar de no hacerlo. El no desayunarse es un mal hábito que mata las neuronas, puesto que quien no  desayuna tiene bajo nivel de azúcar en la sangre, lo que le genera insuficiente suministro de nutrientes al cerebro causando su degeneración paulatina.  En este sentido, vale la pena también señalar que nuestro organismo tiene un horario energético corporal, por lo que en la legendaria China se saben las horas específicas de cada órgano o sistema energético. Según los chinos, la utilidad práctica de saber las horas de cada órgano permite prevenir y controlar mejor el organismo. Por ejemplo, la hora del estómago es la hora del desayuno o primera comida que sirve para dar impulso en la realización de las ocupaciones o tareas diarias.

Bazo páncreas de 9h a 11h

Corazón de 11h a 13h.

Intestino delgado de 13h a 15h.

Vejiga de 15h a 17h.

Riñón de 17h a 19h.

Pericardio de 19h a 21h.

Triple calentador de 21h a 23h. elimina químicos innecesarios y tóxicos mediante el sistema linfático del organismo. En ese lapso de tiempo es recomendable encontrar un estado de quietud o relajación, pero ocurre que a esas horas las amas de casa se dedican a revisar  que todo esté listo para la actividad del día siguiente, lo que les genera inquietud y preocupación, causando un efecto negativo en su salud debido al estrés.

Vesícula biliar de 23h a 1h. El cuerpo realiza el proceso de desintoxicación del hígado, lo que debe ser procesado en un estado de sueño profundo.

 

Estos ciclos se basan en funciones corporales ya que hay una energía específica que recorre el cuerpo y se distribuye en forma horaria. Dicha energía comienza recorriendo el meridiano del pulmón, pues la vida se manifiesta con el primer grito del recién nacido, después sigue el meridiano del intestino grueso y así se van presentando las funciones de los órganos y sus relaciones psicológicas. Muchas de las funciones vitales del organismo son dirigidas por sistemas muy complejos, donde células y otras sustancias «obedecen» y «siguen el ritmo» de un mecanismo preciso y constante. Es lo que se conoce como el reloj biológico humano, el cual, si llega a fallar, puede ocasionar trastornos de comportamiento: sueño, depresión, pérdida de la memoria y cansancio, entre otros. El reloj biológico es un sistema capaz de generar un orden temporal en las actividades del organismo, oscila con un período regular y utiliza las oscilaciones como referencia temporal interna. La mayoría de los relojes biológicos funcionan con un ciclo de 24 horas, conocido como ritmo circadiano que ayuda al organismo a distinguir entre el día y la noche. Observar y comprender estas oscilaciones del ritmo y sus efectos en los procesos biológicos, mentales y emocionales lleva al ser humano a conocerse a sí mismo mucho mejor y a vivir en equilibrio con su entorno natural.