La radiestesia se basa en las teorías, desarrolladas desde el siglo XVIII, de que, con determinados instrumentos se pueden detectar y manipular la electricidad, el campo magnético y las radiaciones del organismo y de los objetos. Esta técnica se basa en los antiguos zahories, que decían que podían detectar campos magnéticos con una varilla en forma de Y. Actualmente se usan varillas similares para este tratamiento, a veces de madera de avellano o de sauce y otras, de metal, para diagnosticar y tratar ciertas dolencias, determinar las terapias y medicamentos adecuados, así como el tiempo de duración de los tratamientos y la frecuencia y la dosificación de los medicamentos. También se utilizan péndulos o varillas, que indican las desviaciones de la energía de nuestro organismo, sus impurezas y su deficiente circulación.
La radiestesia está relacionada con la acupuntura, ya que se basa en los puntos de energía que indica ésta. presionándolos, se puede conseguir que el cuerpo libere cierta energía vital que contiene y puede ayudar a la autocuración y a que sintamos un profundo bienestar tanto físico como mental. La restauración de esta energía, que se encontraba mal canalizada por los canales energéticos de nuestro cuerpo, puede resolver muchos de nuestros problemas de salud.