La musicoterapia se basa en la utilización de la música para mejorar determinados aspectos del ser humano, como la facultad de comunicación, el movimiento, el aprendizaje, la expresión, así como para satisfacer las necesidades cognitivas, sociales, emocionales, mentales y físicas. La musicoterapia no puede curar dolencias por sí sola, pero puede ayudar en muchos objetivos terapéuticos y mejorar el estado anímico de todos los pacientes.
La musicoterapia es una disciplina muy antigua. Ya algunos filósofos griegos hablaron de la influencia de la música en el ser humano. En el siglo XVIII comienzan los primeros estudios científicos sobre los beneficios de la música en el organismo. La musicoterapia se consolida en el siglo XX y, actualmente, se utiliza en todo el mundo. Incluso existe un “canon” de piezas más utilizadas en las terapias, que incluyen la ópera Carmen, de Bizet, la Música Acuática de Haëndel , el Concierto para piano y orquesta nº2 de Rachmaninov o el Claro de luna de Debussy. La musicoterapia es beneficiosa en especial para niños, ancianos y mujeres embarazadas, y ayuda a reducir la ansiedad, a mejorar el tono muscular, ayuda a mejorar la comunicación social, reduce y previene el aislamiento, mejora las habilidades sociales y la autoestima y nos ayuda a pensar sobre temas trascendentes, que mejoran nuestra salud física y mental.