La técnica metamórfica, también conocida como masaje metamórfico, terapia prenatal o metamorfosis, fue creada a mediados de los años 60 del pasado siglo. El reflexólogo británico Robert St. John, como fruto de su dilatada descubrió la existencia de un mapa psicológico del ser humano, reflejado en el pie, bajo el mapa de los puntos que utiliza la reflexología podal. Este investigador fue revelando fue diferentes áreas de referencia, siendo las principales las zonas del “Padre” y de “la Madre”. Entre ambas zonas se extiende el mapa reflejo del período de gestación. La zona del “Padre” corresponde al momento de la concepción, y la zona de “la Madre” al momento del nacimiento.
La terapia metamórfica se basa en la creencia de una energía , denominada en este caso “Fuerza de Vida”, que se libera al pulsar ciertos puntos de los pies, algo que tiene en común con la medicina china y con la reflexología podal, pero va un paso más allá del diagnóstico o los síntomas de una enfermedad, ya que trabaja la dolencia del individuo en un plano temporal, tratando los patrones mentales que pueden derivar en males muy acusados. El masaje metamórfico averigua cuando se produjo el bloqueo de ciertos patrones mentales y consigue liberarlos y deshacer sus secuelas.