Los minerales, como todo en el universo vibran, tienen una frecuencia de onda y su energía capaz de limpiar, equilibrar y activar nuestro campo energético, terapeutas de muchas disciplinas se están acercando cada vez más a la Gemoterapia.
La Gemoterapia es una disciplina holística donde se tiene en cuenta Fisico –Mente – Espíritu exaltando así las energías lumínicas que fluyen en nosotros.
Hablar de Gemoterapia es tan apasionante y da para tanto que necesitaríamos varios dias. Pero me centraré en un mineral corriente que no se tiene en cuenta y que es el gran desconocido aquí en España pero que tiene una gran importancia cuando hablamos de equilibrar nuestro cuerpo energético: El Azufre.
Como nota curiosa «El azufre» (del latín sulphur, sulfŭris, vinculado con el sánscrito śulbāri) es conocido desde la antigüedad y ya los egipcios lo utilizaban para purificar los templos (para limpiar). Durante toda la edad media se vinculó a Satanás con los olores sulfurosos (relacionados con los volcanes que se suponían entradas a los infiernos subterráneos)
El azufre viene siendo utilizado desde la época de Hipócrates, para uso medicinal hasta la actualidad; sin embargo, prácticamente toda la literatura que poseemos ha sido escrita hace muchos años, sin actualizarse.
Es un elemento amarillento, blando y frágil, distribuido ampliamente por toda la superficie de la Tierra. Comercialmente es importante ya que es el origen del ácido sulfúrico, que se emplea abundantemente en las industrias químicas y en otras manufacturas. Con los años se han ido desarrollando diferentes preparaciones de azufre tópico, como son el azufre precipitado y el azufre sublimado. Ambos contienen azufre en grados definidos de pureza, 99,5% en una base anhidra. Me centraré en el azufre sublimado que se prepara por la conversión directa del azufre desde fase sólida a gas, proceso conocido como sublimación.
El resultado de este proceso es lo que en algunas zonas de Italia (Liguria, Piamonte, Calabria) así como en Uruguay, Argentina y otros países latino americanos se conoce como barras o barritas de azufre y que han sido y son utilizadas desde siempre para el alivio de dolores musculares.
Fueron introducidas en el nuevo mundo por inmigrantes italianos a finales del siglo XIX. En Argentina casi todo el mundo que tiene una lumbalgia se pasa una barrita de azufre antes de tomarse una aspirina, tener barritas de azufre en casa es algo casi habitual.
El azufre limpia nuestro cuerpo absorbiendo la carga de electricidad estática que se libera en el ambiente en forma de radiaciones nocivas emitidas por los enseres que utilizamos cotidianamente, eliminando la influencia de los campos magnéticos originados por los teléfonos móviles e inalámbricos, ordenadores, televisores, microondas y toda clase de electrodomésticos. Incluso de la ropa compuesta en su mayoría por fibras sintéticas. Las barritas de azufre aplicadas en forma de masaje al pasarlo por la piel en la zona afectada por el dolor absorbe esta energía, neutralizando y disipando así las cargas electrostáticas del cuerpo, actuando como una toma de tierra mineral, que las elimina. Limpia nuestro cuerpo energético y desbloquea los chacras, por lo que es muy recomendable pasar unas barritas de azufre por el cuerpo antes de iniciar una sección de Reiki.
La barrita al ser de azufre tiene la propiedad de absorber esta electricidad estática, si se pasa una barrita por la zona afectada se puede oír como esta cruje y en ocasiones se parte en dos o más partes, ya que se colapsan.
En casos de contracturas, así como el malestar producido por el estado gripal, dolores menstruales, jaquecas el masaje mineral provoca una sensación de bienestar general, prácticamente inmediato. Ideales para individuos con problemas crónicos de espalda y articulaciones ya que el cuerpo al liberarse de esta carga se consigue en un par de minutos una relajación muscular y una disminución del dolor tanto en espalda como en articulaciones.
El masaje mineral con las barritas de azufre ayuda a conseguir una mejora en el descanso por lo que aumenta la calidad del sueño.