El estrés es una de las consecuencias más habituales de la presión a la que nos somete constantemente la vida moderna. El estrés es la respuesta natural de nuestro cuerpo ante las situaciones que nos resultan amenazadoras o desafiantes. Aunque puede ser algo bueno para hacernos reaccionar en determinados momentos, si nos estresamos en exceso, nuestro cuerpo puede comenzar a resentirse. Cuando el estrés, que es algo que padecemos todos los días, se sale de control durante un periodo de tiempo demasiado largo, nuestra salud se ve comprometida y, con ella, nuestra rendimiento laboral o académico o nuestras relaciones con los demás. El masaje antiestrés es una táctica relativamente nueva pero muy efectiva para combatir el exceso de estrés, ya que consigue una relajación no solamente del cuerpo, también de la mente y el espíritu. Al relajar los músculos, conseguimos descargar estos y las articulaciones y conseguir así un bienestar mayor del que conseguimos cuando solamente descansamos por un rato.
Además de con movimientos suaves y prolongados, el masaje antiestrés actúa con una serie de balanceos que, al recordarnos a épocas pretéritas y más pacificas de nuestra vida, consiguen que la mente también se destense.