La terapia de reestructuración celular a través de cuencos de cuarzo comenzó con el descubrimiento de las ondas de sonido, que, obviamente, tienen una gran influencia sobre nuestro organismo. Esta terapia se basa en la Ley de Resonancia, que dictamina que «el poder de la vibraciones más potentes de un objeto puede cambiar las menos potentes de otro y hacer que ambos sincronicen sus ritmos». El sonido viaja cinco veces mejor por el agua que por el aire. Como estamos compuestos en un 70% de agua, la vibración que penetra en nosotros reestructura y equilibra nuestras células de manera automática. La vibración adecuada para producir esta reestructuración se puede conseguir con cuencos de cuarzo.
¿Por qué de cuarzo? Pues porque el cuarzo blanco tiene la capacidad de equilibrar y amplificar las energías que nos habitan. El cuarzo blanco tiene propiedades beneficiosas para nuestros sistemas óseo, muscular, circulatorio y nervioso central. Con esta terapia, se consiguen mejoras evidentes en nuestro bienestar físico y emocional. El tratamiento con estas vibraciones ayuda a que nos liberemos de nuestro estrés y nos relajemos profundamente, equilibra los hemisferios de nuestro cerebro, equilibra nuestros chakras, los puntos clave de energía de nuestro organismo y, reestructure nuestras células, mejorando nuestra salud física.