La nutrición es uno de los factores clave a la hora de evaluar nuestro estado de salud general. Debido a las complicaciones de la vida moderna, a veces, nuestra nutrición no es todo lo buena que debiera y, por ello, muchas áreas de nuestra salud se ven afectadas. No solamente las que corresponden a nuestro aparato digestivo, como la digestión, la aparición de obesidad, la falta de nutrientes, etc. También a otras, que incluso pueden llegar a trastornar nuestra salud anímica y espiritual.
Existen multitud de terapias para que mejoremos nuestra nutrición, tanto nuestra fuerza de voluntad para ingerir unos alimentos u otros como nuestra asimilación de los alimentos. Desde los test de alergias o intolerancia alimentaria, que ayudan a detectar problemas con los alimentos que ingerimos, hasta tipos de nutrición especial para un colectivo, como la nutrición deportiva, pasando por terapias que hacen que nos interroguemos por nuestro método de alimentarnos y nuestra relación con la comida, y que pueden mejorar ésta, como son la nutrición holística o la nutrición ortomolecular. También terapias que ayudan a que la comida nos ayude a mejorar nuestro aspecto, como la nutricosmética, o la dietética en general, que nos ayudará a sentirnos mejor por dentro y por fuera.