Las terapias infantiles son un conjunto de tratamientos que ayudan al desarrollo del niño cuando éste no puede acceder de forma normal a todo su potencial y esto altera su normal crecimiento. Los niños pueden sufrir miedos injustificables, celos, tristeza constante, depresiones, angustia, ansiedad, problemas relacionados con el sueño, problemas de conducta, tics, aprendizaje más lento de lo normal, problemas de lenguaje, estrés y muchas otras dolencias que pueden mejorar con terapia.
Se pueden tratar con muy buenos resultados los problemas escolares, problemas de articulación verbal, de abstracción constante, de dificultad de razonamiento, de lectura, escritura y dislexia, los retrasos en el aprendizaje del lenguaje, también trastornos del desarrollo psicomotor, trastornos por déficit de atención causados por la hiperactividad o que no estén provocados por este mal, trastornos de adaptación, inexplicables a priori crisis de angustia, depresión infantil, estrés en casos de divorcio, enuresis, descontrol de la micción nocturno y diurno, miedos y fobias, problemas de conducta, tics, trastornos del sueño, desobediencia continua en general, e incluso fracaso escolar. Si un niño es demasiado agresivo sin un motivo aparente, llora todo el tiempo, permanece demasiado callado, se muestra ansioso y alterado, nada le despierta interés, o actúa de forma anormal, hay una terapia infantil que puede ayudarle.